Es una preocupación sanitaria por parte de propietarios y veterinarios debido a la alta incidendia y a la posibilidad de transmisión al ser humano (zoonosis). Esta es la razón por lo que consideramos fundamental desparasitar internamente a nuestras mascotas cada 3 meses. Vulgarmente se conocen como gusanos intestinales, aunque puede haber otros parásitos que no son «gusanos».
Los parásitos viven a expensas del perro absorbiendo los nutrientes del intestino. Los animales pueden sufrir desde trastornos leves, como diarrea o vómito esporádico, a graves complicaciones derivadas de una infestación masiva, como malnutriciòn, anemia, hipoproteinemia, adelgazamiento progresivo, etc. Además bajan las defensas y predisponen al padecimiento de otras enfermedades. Algunas veces estos gusanos pueden vivir en el animal sin que este manifieste ningún síntoma de enfermedad. Por eso es importante desparasitar internamente a todos lo perros cada tres meses aunque no se vean gusanos en las heces.
Los gusanos se pueden dividir por su forma en dos tipos: gusanos redondos (nematodos) conocidos vulgarmente como lombrices intestinales; y planos (cestodos) también llamados tenias.
Los gusanos redondos más frecuentes en el perro son:
Los gusanos planos o tenias más frecuentes son:
ECHINOCOCCUS GRANULOSUS: conocido vulgarmente como «quiste hidatídico».
En realidad lo que se conoce como quiste no es realmente el gusano adulto, que vive exclusivamente en los cánidos, sino una fase larvaria del mismo. Se desarrolla en órganos internos de los humanos u otros animales (riñón, pulmón, hígado, etc.), cuando ingerimos huevos eliminados por las heces de los perros parasitados. Es interesante saber cómo se puede contagiar el perro por esta tenia, y también cómo puede el hombre contraer esta enfermedad:
La mejor forma de no contraer la enfermedad es:
DIPYLIDIUM CANINUM: Es con diferencia la tenia más frecuente en perros. Se trasmite por pulgas o por ingesta de huevos. Es fácil identificar estos parásitos en las heces como granos de arroz que se mueven o como granos de arroz secos pegados al pelo alrededor del ano. La mejor prevención es evitar las pulgas utilizando insecticidas (collares, pipetas, sprays, etc) y la desparastición interna periódica.
Por todo lo expuesto nos gustaría recalcar la necesidad de realizar la DESPARASITACIÓN INTERNA CADA 3 MESES, para evitar la parasitosis de nuestras mascotas y los contagios a las personas que conviven con ellas.
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